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"La elocuencia es la señora de todas las artes"

Omnium artium domina



martes, 30 de octubre de 2012

Artículo IV

LA EDAD DEL PAVO MECÁNICO

Se suceden los titulares uno detrás de otro. De hecho, en estas semanas no han cesado los acontecimientos que han provocado que nuestra sociedad vuelva a cuestionarse algo que parecía ya haber encontrado su sitio en la legislación española.
De repente, se desataron los truenos y la Caja de Pandora reventó: Una joven de Canadá acosada por un desconocido acabó suicidándose de una manera un tanto escandalosa al dejar un vídeo en el que narraba su eterna pesadilla. La desdichada historia de la joven traspasó las fronteras internacionales y durante días, no se habló de otra cosa. Rápidamente, y ya no en el extranjero, un enajenado se lió a tiros en un pueblo de Albacete: un crimen pasional en toda regla. El presunto asesino de 39 años acabó con la vida de una joven de 13 años con la que supuestamente mantenía una relación sentimental.
Días más tarde, un joven de 23 años es condenado a 8 años de prisión por abusar, según la Audiencia Provincial de Madrid, de una menor de 13 años con la que mantuvo relaciones sexuales con su consentimiento. ¡Zas, en toda la boca!
Estos tres casos que se han sucedido en apenas dos semanas de diferencia hacen que uno reflexione sobre el descenso a los infiernos de la juventud de hoy en día. De nuevo, vuelvo a incidir en la crisis social que asola a nuestro país. Y ya no solo hablo a nivel estatal sino también a nivel internacional. Da la sensación de que la juventud que se está germinando crece cada día más atontada y en el mundo de yuppy. Y el origen de ese atolondramiento claramente lo encontramos en el abuso excesivo de las nuevas tecnologías. Y es aquí cuando retomamos por enésima vez el tema de las redes sociales y su más que claro descontrol y abuso. ¡Todo nos lo dan hecho! ¡Vivimos conectados! Todos los días. A todas horas. A los cuatro años los chiquillos ya tienen Play Station, Psp, Wii y la madre que parió al cordero de las máquinas. A los siete, ya empiezan con el i-phone, la blackberry y el internet en los móviles. A los diez ya tienen Factbook. Claramente, algo no funciona.
A mis doce años un servidor todavía intercambiaba tazos y cromos y no perdía la virginidad como si se desprendiese de un trozo de carroña marchita que uno detesta. ¡Por el amor de Dios! La edad para mantener relaciones sexuales que se encuentra recogida en el Código Penal debería de ser simbólica, ¡los chiquillos de la edad del pavo deberían de saber perfectamente qué hacer con su cuerpo! Se acusa al joven de 23 años, que mantuvo relaciones consentidas con la menor, de comerle el tarro a la inocente adolescente. A lo mejor el problema no está en que el veinteañero usase sus encantos y armas de seductor masivas, sino en que la pava en pleno desarrollo, en vez de pegarle una buena patada en sus partes pudendas se abriese de piernas sin pensárselo dos veces. Señoras y señores. Españoles. Estamos creando un monstruo. Y no estamos haciendo nada para corregirlo.

He dicho

José Carlos Martínez

jueves, 25 de octubre de 2012

Artículo III

ADIÓS TALÍA, ADIÓS

 

 

De los creadores de “Quiero una España como la de Paco Camps”(Mariano Rajoy), “Cuántas más bombas en la legislatura del PSOE, más puntos para el Partido Popular”(Rita Barberá chispada) y “Por supuesto que pago mis trajes”(Francisco Camps, Paco para los amigos), llega “Adiós Talía, adiós”, la última “superproducción” del PP Valenciano.
Para los que no lo sepan Talía es la musa del teatro, y casualmente, también es el nombre del teatro que se cerró la semana pasada en el barrio Caballeros, en Valencia. Al pasar el otro día por dicha calle, pude ver como había un grupo de personas en el suelo con pancartas reivindicativas como "La Cultura es el futuro", "No a la destrucción del teatro y la danza" y "No a la muerte de la cultura, no al cierre de Talía". Todos ellos protestando por el apagón a la cultura valenciana  que está haciendo el gobierno provincial.
Atrás quedaron los años en que hubo grandes estrenos en el Talía, y al terminar la obra, la gente se agolpaba a las puertas para dar la enhorabuena a los actores y hacerles un presente como un ramo de flores. Además, en este teatro se promocionaba la lengua valenciana, pues la mayoría de los actores eran valencianos.
Pero el teatro Talía no ha sido el único que ha bajado el telón, a él se han unido otros. La cultura valenciana se está viendo oscurecida por una serie de recortes que cuanto menos son abusivos e impermisibles. Antes, a un valenciano se le podía llenar la boca al pronunciar: “Valencia… qué grande. Las fallas, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, la America’s cup, la Fórmula 1, el Open 500”. Ahora, lo más seguro es que intente esconder la cabeza como los avestruces, bajo tierra. Pero no se preocupen, siempre habrá lugar para “La Valencia de los grandes eventos”. En unos añitos podremos pagar una fortuna para ir a visitar el nuevo parque de Ferrari, hasta que al propietario de Ferrari, ya saben, el amigo íntimo de nuestra alcaldesa, vea que no es rentable y decida cerrar el chiringuito.
A la Valencia actual se la pueda comparar con el famoso “show business”. Como diría Estela Reynolds, personaje que interpreta Antonia San Juan en “La que se avecina”: “El show business es como una gran caca cubierta de purpurina, brillante y dorada por fuera, pero oscura y podrida por dentro”.
Señores políticos valencianos, menos show business y más acción. Más acción en las calles, en las escuelas, en los hospitales, pero sobre todo, en los escenarios. No al cierre de teatros públicos de la Generalitat. El teatro es una pequeña locura y a la vez, una gran curiosidad. Nos permite dejar llevar nuestra imaginación , soñar con ideales y brillar en la oscuridad. El telón se abrió y empezó la función… esperemos que pasados unos años, la gran Talía, vuelva a ser la reina de la calle Caballeros de Valencia, y su teatro vuelva a abrir las puertas de par en par, para dar la bienvenida al calor de la cultura y los aplausos de un público maravillado.

Josep Camacho Vila