¿14 qué…?
Ayer se celebró la huelga
tan esperada por los sindicatos UGT y CCOO. Una huelga que iba a marcar un
antes y un después en la historia de la democracia, un día para ser recordado.
Propongo un ejercicio, dentro de 5 meses pregúntenle a alguien si se acuerda de
la huelga del 14N. Seguramente conteste: ¿14 qué…?
Los sindicatos estiman la
participación en toda España en 9,1 millones de personas. Esta cifra supone un
descenso del 12,2 % respecto a la pasada huelga celebrada el 29 marzo del 2012
cuando aproximadamente 10.500.000 asalariados la secundaron. En Madrid, CCOO y
UGT auguran que hubo un millón de asistentes por las calles. Mientras,
Delegación del Gobierno dice que 35.000. Ya saben, cada uno tira pa’ casa.
Se habla de una
manifestación tranquila, aunque fueron notables los incidentes que se
produjeron en la plaza de Neptuno debido a los manifestantes concentrados por
la plataforma 25S que rodeaba el Congreso de los Diputados. En total ha habido
74 heridos, 43 de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.
El señor Cándido Mendez,
peor que una candidiasis y Toxo, ambos Pin y Pon, elijan quién es cada cual,
hablan de éxito. ¿Éxito de qué? Un servidor no se ha sentido representado en la
huelga general. Si se pide respeto, los piquetes no pueden ir por la calle Juan
de Austria de Valencia destrozando mobiliario privado de las cafeterías ni
poniendo silicona en las puertas. Igual que ellos tienen derecho a hacer huelga,
los demás tienen su derecho a trabajar. Seguramente, por ejemplo, a Cándido Mendez,
le da igual que le descuenten un día de trabajo… Como gana la friolera de
10.000 euros al mes. Pobrecito, como “Espe”, cuando dijo que no llegaba a fin
de mes. Si no se lo gastara en relojes de 7.000 euros a lo Julián Muñoz otro
gallo cantaría.
Esta huelga, como todas las demás, responde a
intereses partidistas. Dónde va a parar todo el dinero que reciben los
sindicatos por parte de Gobierno, por qué ciertas personas que parece que sólo
trabajan cuando hacen huelga merecen tener sueldos tan elevados. Queridos
sindicatos, ya que se acerca la navidad, hagan una carta a los reyes, a los de
Oriente, no vaya a ser que escriban a los que no toca, y pídanles algo de
provecho. A lo mejor, Melchor, Gaspar y Baltasar les traen un poco de saber
hacer, humildad y moral, que nunca vienen mal.
Josep Camacho Vila
Josep Camacho Vila
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