¿In memoriam…?
Hoy es día de todos los Santos. Día que se caracteriza por la serenidad y el recuerdo de aquéllos que ya no están con nosotros en el mundo de los vivos. Normalmente, las familias se despiertan tal día como hoy, desayunan, y van al cementerio para ofrecer flores a sus familiares perecidos.
La tradición se está perdiendo y en cambio, nuestra sociedad se está impregnando de una americanada denominada “Halloween”. Dicha celebración, es de origen celta y se celebra principalmente en Estados Unidos. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.
Pero como todo se desvirtúa, no iba a ser menos en España y sobre todo, en Valencia. Qué pensaría “La Xeperudeta” si se asomase a la puerta de la Basílica en una noche como la de ayer… La plaza de la Virgen llena de jóvenes alcoholizados, bebiendo y haciendo de las suyas. Imposible pasar por allí a menos que uno quiera pisar una botella de Vodka roto y cortarse, que algún adolescente le vomite, o en el peor de los casos, que alguien intente atracarlo. Pero esto no era sólo en la plaza de la Virgen, desde la calle Caballeros hasta las Torres de Quart, el panorama era el mismo. El día 31 de octubre ha sido escogido por los valencianos como una excusa para salir de fiesta y “desfasar” todo cuanto se pueda. Además, como por la noche “todos los gatos son pardos” y encima el disfraz invita a ello, parece que esa noche vale prácticamente todo.
Noche en la que se multiplican las llamadas a la Policía por reyertas en la calle y al SAMU, debido a los comas etílicos. Adolescentes que no saben beber y que prefieren empuñar en la mano una botella de ron como haría el famoso Barba Roja, sin pensar en las consecuencias de una noche terrorífica en todos los sentidos.
¿Qué estamos haciendo mal?, ¿guardan los jóvenes algún respeto por el día de Todos los Santos?. Se podría salir en una noche como la de ayer sin la necesidad de armar tanto escándalo. Tal vez, el ayuntamiento podría acotar alguna zona para no llenar de basura la plaza de la Virgen y los jóvenes pudieran hacer tranquilos el botellón. A un servidor le gustaría salir la noche del 31 de octubre a dar un paseo tranquilo por las calles y recordar a los que ya no están como manda la tradición, y con el respeto que merecen.
La tradición se está perdiendo y en cambio, nuestra sociedad se está impregnando de una americanada denominada “Halloween”. Dicha celebración, es de origen celta y se celebra principalmente en Estados Unidos. Las actividades típicas de Halloween son el famoso truco o trato y las fiestas de disfraces, además de las hogueras, la visita de casas encantadas, las bromas, la lectura de historias de miedo y el visionado de películas de terror.
Pero como todo se desvirtúa, no iba a ser menos en España y sobre todo, en Valencia. Qué pensaría “La Xeperudeta” si se asomase a la puerta de la Basílica en una noche como la de ayer… La plaza de la Virgen llena de jóvenes alcoholizados, bebiendo y haciendo de las suyas. Imposible pasar por allí a menos que uno quiera pisar una botella de Vodka roto y cortarse, que algún adolescente le vomite, o en el peor de los casos, que alguien intente atracarlo. Pero esto no era sólo en la plaza de la Virgen, desde la calle Caballeros hasta las Torres de Quart, el panorama era el mismo. El día 31 de octubre ha sido escogido por los valencianos como una excusa para salir de fiesta y “desfasar” todo cuanto se pueda. Además, como por la noche “todos los gatos son pardos” y encima el disfraz invita a ello, parece que esa noche vale prácticamente todo.
Noche en la que se multiplican las llamadas a la Policía por reyertas en la calle y al SAMU, debido a los comas etílicos. Adolescentes que no saben beber y que prefieren empuñar en la mano una botella de ron como haría el famoso Barba Roja, sin pensar en las consecuencias de una noche terrorífica en todos los sentidos.
¿Qué estamos haciendo mal?, ¿guardan los jóvenes algún respeto por el día de Todos los Santos?. Se podría salir en una noche como la de ayer sin la necesidad de armar tanto escándalo. Tal vez, el ayuntamiento podría acotar alguna zona para no llenar de basura la plaza de la Virgen y los jóvenes pudieran hacer tranquilos el botellón. A un servidor le gustaría salir la noche del 31 de octubre a dar un paseo tranquilo por las calles y recordar a los que ya no están como manda la tradición, y con el respeto que merecen.
Josep Camacho Vila
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